miércoles
A PASO LENTO
No retires la mirada...
a paso lento
sólo acércate y posa tu boca
a centímetros, milímetros, suspiros,
de la mía.
No apartes tus ojos de los míos,
mientras, en cuestión de efímeros
minutos, segundos, pestañeos,
fundes tu alma y sus encantos
con la mía y sus demonios.
Observa cómo eres lo único
que habita en mis pupilas,
y háblame, sin despegar los labios,
de cómo haces
para que un simple roce tuyo
logre hacerme estremecer.
Detalla con detenimiento
los pequeños incendios
que causan tus manos,
cuando recorren parte, pedazo o abismo,
de mi desgastada piel.
Y finalmente,
cierra tus ojos,
confía ciegamente en la afinidad de nuestros corazones
mientras te muestro
todo lo que a plena vista no has alcanzado a ver,
y así posiblemente entiendas cómo es que yo te he visto,
en esta oscuridad perenne,
de una manera en la que nadie más lo hubiese podido hacer.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario