jueves

DEJAME PERTENECERTE


Óyeme en el silencio,
aquel que te trae el viento cada noche alimentando mi ausencia.

Te hablo,
pero solo por el miedo a que si dejo de hacerlo,
en algún momento,
más temprano que tarde,
dejaré de escuchar tu risa.

Me encanta cuando ríes,
te digo,
aunque creo que mis palabras suenan más como un balbuceo cuando te tengo de frente
y me observas como si fuese algo extraño,
como si realmente valiera la pena mirarme.

Pareces tan despreocupada,
eres tan distinta (o tan igual) a mí.

Siempre supe que andaba buscándote,
pero hace mucho perdí la esperanza de encontrarte
o en caso de hacerlo,
de que me esperaras con la misma fe que yo a ti...
y ahora lo haces.

Quiero,
en este momento (siempre),
dejar la espera y atrapar tu boca en la mía.

Que me dejes...pertenecerte.

Quiero
a quien eres cuando estás conmigo
y sin mí,
sola,
alegre,
triste,
cuando te enciedes
o cuando crees que no sientes nada.

Te quiero
a ti y a tus fantasmas
y tengo la certeza de que si somos cuidadosos,
tus pedazos rotos y las sobras de mi alma
podrán quererse tanto que nunca necesitarán
ser sanadas.

Quiero,
en este momento (siempre),
dejar la espera y atrapar tu boca en la mía.

Que me dejes...pertenecerte

No hay comentarios: